Entre las diversas expresiones humanas que dan cuenta de cómo las sociedades enfrentan sus contextos están las trayectorias formativas de las personas. Se trata de múltiples interacciones que suceden en un espacio muy particular: el escolar. Son experiencias con un profundo significado en la vida social, sobreviven a la materia misma de la enseñanza y conservan los recuerdos más preciados que dan sentido a las numerosas emociones que surgen en el encantamiento de la comprensión, del aprendizaje y de la aplicación de conocimiento que buscan mejorar nuestras vidas. Uno de estos espacios escolares de gran importancia es el que configuran las Universidades e Instituciones de Educación Superior (IES).